La capacidad de cambio y avance que se ha producido desde la reforma de la Atención Primaria ha venido impulsada por la creatividad de los profesionales que trabajan en ella. Es ese empuje por parte de los médicos y médicas de familia, en equipo con el resto de sanitarios, el motor del cambio y de la mejora que tan útil se ha mostrado. En esta línea, SAMFyC está inmersa en la propuesta de profundizar en el trabajo en equipo de la unidad de atención familiar.
Esta estrategia busca desarrollar la complementariedad de roles entre medicina y enfermería de familia para mejorar la atención a la población. Hay ciertos problemas de salud que pueden ser atendidos de forma conjunta por medicina y/o enfermería. Esta atención tanto a patología banal como a enfermos crónicos se realiza desde la creación de las unidades de atención familiar. Con la puesta en marcha de los protocolos de gestión compartida de la demanda aguda no demorable se potencia este camino. Ahora se tiene la oportunidad de atender problemas de salud de forma consensuada entre médicos de familia y personal de enfermería de forma protocolizada.
La gestión compartida de la demanda promueve que ante un problema de salud, responda el profesional del equipo que lo pueda resolver de una forma adecuada, eficiente, segura y de calidad. Para ello, es preciso reorganizar la atención de modo que cada profesional del equipo pueda aportar una respuesta sinérgica y adaptada a sus competencias y habilidades para resolver los problemas de salud de las personas en todas las etapas de su vida, esto es, responder en equipo y centrándose en los intereses del paciente. El principal objetivo es promover el autocuidado en la población y facilitar la accesibilidad de la población a la salud teniendo en cuenta en todo momento la seguridad del paciente.
Existen diversos modelos de gestión compartida de la demanda aguda no demorable desarrollados en los últimos años en España. Todos ellos deben basarse necesariamente en protocolos de actuación de enfermería para las patologías abordadas, y ser consensuados y avalados por la organización de salud correspondiente y que dan cobertura legal a dichas actuaciones. Otro elemento indispensable es la implicación del personal del área administrativa, que debe realizar una intervención previa de informar y dirigir al paciente a la agenda o consulta donde se le pueda resolver su demanda de la manera más eficiente posible. Esta actuación implica la selección o criba previa para determinar si la demanda puede o no ser resuelta con cita administrativa, telefónica o presencial por su médico o enfermera de referencia.
SAMFyC, junto a otras sociedades científicas del ámbito de la Atención Primaria, ha participado cuidadosamente en el diseño del modelo de respuesta diferenciada que cada profesional va a aportar a determinados problemas o situaciones de salud de baja complejidad y, que puedan ser resueltos con intervenciones de cuidados o recomendaciones de autocuidados. Este modelo que se ha denominado “Gestión compartida de la demanda aguda no demorable” tiene como objetivo desmedicalizar estas situaciones y utilizar las habilidades de los profesionales de enfermería como educadores en salud y promotores del autocuidado, entendido como el cuidado de su propia salud enseñándoles a actuar por sí solos ante situaciones mayormente cotidianas. Nos estamos refiriendo a situaciones como: cómo prevenir un catarro o actuar ante los síntomas de inicio, cómo actuar ante unas diarrea, vómitos, o cuando te pica un insecto o se produce una quemadura, qué medidas y cuidados hay que tomar ante un dolor lumbar o intervenir cuando se produce una situación de traumatismo leve o cuando se produce una hipoglucemia en una persona diabética. En los estudios publicados, la resolución de enfermería para este tipo de problemas de salud (sin derivación a otro profesional) alcanza niveles de entre el 70 y el 86%, según el estudio.
El modelo más apropiado para la actuación de los profesionales de enfermería en la gestión compartida de la demanda aguda no demorable es el descentralizado, de modo que a los pacientes se les cita con su enfermera de referencia, siendo ésta opción es la más congruente con el modelo de acceso avanzado, ya que se mejora la accesibilidad aumentando la oferta de citas, distribuyendo parte de la demanda entre los profesionales cualificados para atenderla y preservando la longitudinalidad al ser atendido el paciente por sus profesionales de referencia. Cada enfermera o enfermero, en su propia consulta, atiende a los pacientes aplicando los protocolos establecidos una vez identificado el motivo de la demanda, pudiendo consultar si fuese necesario con el médico o médica de familia de su unidad de atención familiar.
Coordinador
Francisco Javier Castro Martínez
Miembros
- Javier Hernández De la Plata
- Beatriz Quero Rodríguez