Propuestas de mejora para 2019
Desde la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria estimamos como necesario el desarrollo de contratos de gestión entre profesionales clínicos y organismos de gestión como forma de impulsar una asistencia de calidad, reducir la variabilidad clínica, fomentar la equidad y preservar un uso justo de los recursos sanitarios. Los acuerdos o contratos de gestión deben ser transparentes y recoger objetivos y evaluaciones que respondan a la mejor evidencia clínica disponible (siendo fácilmente medibles) y a los problemas principales y más frecuentes que tenga el sistema sanitario en un entorno de confianza y colaboración.
En febrero del presente año, tras invitación del Director General de Asistencia Sanitaria, remitimos a la Consejería de Salud el documento titulado “REFLEXIONES SOBRE EL ACUERDO DE GESTIÓN CLÍNICA DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD. Propuestas de mejora para 2019”. En este documento se proponían mejoras necesarias al anterior acuerdo del año 2018, orientando los objetivos a resultados en salud más que a logros economicistas y destacando la necesidad de trabajar con indicadores válidos y de fácil medición. En marzo fuimos invitados a una única reunión, junto a otras sociedades científicas de Atención Primaria, donde se nos presentó el actual contrato programa que ha sido trasladado a los centros de salud. Los objetivos e indicadores estaban ya cerrados y solo se pudieron debatir algunos aspectos concretos, como la necesidad de indicadores claros y fácilmente medibles o la dificultad de cumplir objetivos influenciados por muchos aspectos y no sólo por la calidad de la práctica del médico de familia (como la tasa de absentismo entre profesionales, por ejemplo).
Los objetivos de los AGC siempre han ido acorde a las líneas políticas diseñadas desde la Consejería de Salud, como responsable de la gestión del Sistema Sanitario Público Andaluz. No obstante, el peso de la opinión de los profesionales debe incrementarse dado que los contratos de gestión pueden provocar conflictos éticos entre los profesionales. Ello puede ocurrir bien por no disponer de recursos reales para aplicar las actividades que en dichos contratos se solicitan, bien por pervertir la propia actividad asistencial al orientarla no tanto a la consecución de objetivos sino a la rentabilidad económica a través de incentivos, o bien por plasmar en los contratos objetivos dirigidos exclusivamente a la contención del gasto. En esta línea de trabajo, hemos venido ofreciendo a la Administración Pública las opiniones recogidas de los socios/as de SAMFyC sobre la necesaria mejora del Acuerdo de Gestión Clínica, así como las reflexiones de nuestro grupo de trabajo sobre la gestión clínica. Se ha planteado, tanto al anterior como al actual equipo de gobierno de la Consejería de Salud, la disponibilidad para formar un grupo multidisciplinar compuesto por profesionales con tareas clínicas directas que de forma continuada evalúen y propongan objetivos e indicadores para este acuerdo. Ello facilitaría una visión integrada de hacia dónde debe caminar el SSPA y fomentaría una mayor integración entre las gerencias y los médicos de familia con tareas clínicas.
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