Editorial

Agenda en Medicina de Familia

Moreno Corredor A

Médico de Familia. GdT SAMFyC Seniors

La agenda diaria del Médico de Familia siempre ha sido, por razones obvias, una cuestión primordial plagada de tensiones. La última (o debo de decir penúltima) ha sido la referencia a ella que le ha dedicado el Presidente de la Junta de Andalucía, el Sr. Juan Manuel Moreno, calificando de error de planificación la limitación a 35 pacientes al día. Esto ha motivado una acertada y contundente respuesta por parte de nuestra Sociedad Científica.

Cuando las cuestiones o temas están enredados puede ser clarificador hacer un ejercicio de reflexión que intente mostrar la esencia. Con la debida distancia y respeto, este tipo de actitud imita cuando los investigadores estudiaban la complejidad neuronal o genética haciéndola en el embrión de pollo o en la mosca del vinagre, para retrotraerse a esquemas más básicos que ayudasen a comprender la complejidad del sistema.

Veamos, en primer lugar existe una confusión de origen, y es considerar la agenda de consulta a demanda, como “LA AGENDA”, este error y desconocimiento de nuestros gestores y políticos (intencionada o no) les lleva, entre otras cosas, a considerar que la actividad de nuestra especialidad es similar a la agenda de Medicina General de los extintos ambulatorios, pero con más tiempo y con más pacientes, por lo que puede uno concluir que no han pasado la primera transición, es decir, asimilan la situación actual a las instituciones abiertas del afortunadamente extinto INP (INSTITUTO NACIONAL DE PREVISIÓN) y su heredero INSALUD (INSTITUTO NACIONAL DE LA SALUD), instituciones preconstitucionales y pre reforma sanitaria, que expresadas en imágenes pudieran constituir auténticas distopías de asistencia sanitaria para bastantes médicos jóvenes y no tan jóvenes.

En segundo lugar, quiero hacer un sencillo (que no simple) ejercicio de memoria.

Con la Reforma Sanitaria de la APS las funciones y actividades de la Medicina de Familia, crecen en complejidad y la organización de la AGENDA propuesta permitiría su desarrollo. Se componía de consulta a la demanda, consulta programada (crónicos, pacientes complejos, …) programas/procesos (atención a la mujer, …), cirugía menor, posteriormente retinografías, ecografía …, atención domiciliaria, docencia, formación, organización interna … Aunque conocido, ha ido cayendo en el olvido en determinados sectores, o lo puede ser peor, se desconoce.

Este recordatorio me sirve para exponer que, sin el desarrollo de esta AGENDA, la Medicina de Familia no responde a sus cometidos, y si lo ha venido haciendo fue y es por la profesionalidad de multitud de médicos de familia, como bien queda expresado en el comunicado de la SAMFyC (1).

Las declaraciones referidas ahondan en la difícil paradoja que nos encontramos, se nos demanda dar una respuesta a cuestiones que el bloqueo del sistema sanitario genera que no están en nuestra mano. Para responder a nuestro cometido carecemos, cuando menos, de nuestra principal herramienta: tiempo y organización eficaz, cuando no de recursos humanos. Detrás de las declaraciones crece la sombra de la amenaza, “más madera” como diría Groucho Marx, en forma de más pacientes y menos tiempo.

Cuando se nos hurta de nuestra primordial herramienta es como si el digestólogo no dispusiera de endoscopio y tuviese que diagnosticar a base de tránsitos esofagogastroduodenales, o al oftalmólogo se le sustrajera la lámpara de hendidura y además le pidieran resultados. Mientras nuestros políticos y autoridades sanitarias no entiendan esto, mal iremos.

En tercer y último lugar, señalar y recordar a nuestros responsables que más demanda y menos tiempo provoca una dolosa cascada, generando mayor grado de incertidumbre (al ya habitual), mayor petición de pruebas, más derivaciones, mayor consumo de fármacos, desmotivación profesional y en general una asistencia sanitaria que camina hacia la senda del agujero negro de la baja calidad y, sobre todo, hacia el impacto negativo sobre la salud de los ciudadanos, contribuyendo a perpetuar un potenciado circuito pernicioso.

Nuestra neurona del embrión de pollo y el cariotipo de la mosca del vinagre, consiste en conocer y retomar nuestras funciones y estructuras básicas que conforman el fundamento de la Medicina Familiar. Poner esto en evidencia, entendiéndolo y compartiéndolo, nos será de utilidad para adaptarlo a los cambios y complejidad presente, y futuros, sin perder su esencia. Los problemas complejos no tienen soluciones fáciles.

La senda de la mejora está esbozada en esta editorial, cualquier otra vía es ineficiente y frustrante, y constituye el eje de nuestra disposición para compartir soluciones con las autoridades sanitarias.


(1) https://www.samfyc.es/wp-content/uploads/2024/12/Comunicado-por-la-medida-de-gestion-demora-AP.pdf