El papel de la atención primaria en la atención a la salud de las mujeres
Prieto Gallego L1, Lima Chedas Fernandes A2
1Especialista en MFyC. Consultorio La Peza. ZBS Purullena. Granada. Grupo de Trabajo SAMFyC Atención a la Mujer-SRM
2Especialista en MFyC. Centro de Salud Ribera del Muelle. Puerto Real. Cádiz. Grupo de Trabajo SAMFyC Atención a la Mujer-SRM
Sr. Director,
La Atención Primaria (AP) es un pilar fundamental y eje vertebrador del sistema sanitario español, clave para garantizar una atención integral y equitativa dado su cercanía y continuidad en el tiempo (1).
El sistema sanitario es en sí mismo un determinante de salud y su actuación puede invisibilizar desigualdades o mantenerlas, así como ayudar a impedir la reproducción de sesgos, al ser la especialidad con mayor capacidad de transversalidad en la atención a la salud de las personas.
A pesar de las evidencias que muestran diferencias significativas en la salud entre hombres y mujeres, la gestión de esta morbilidad diferencial a menudo ha sido insuficiente.
La salud de las mujeres o la importancia del género en la manera de enfermar de éstas, no ha sido tenido en cuenta a lo largo de la historia por las ciencias médicas. En los últimos años, se ha generado interés en la medicalización de procesos fisiológicos de las diferentes etapas vitales de las mujeres, centrándolos em la salud sexual y reproductiva.
Estos sesgos de género en la atención sanitaria pueden traducirse como errores y retrasos diagnósticos y terapéuticos y por tanto como una desigual calidad en la atención sanitaria, según el sexo de quien acude a consulta (2).
Esta situación parte de la presunción errónea de igualdad entre mujeres y hombres en el curso de la enfermedad (2) Un ejemplo bastante estudiado en los últimos 40 años es la presentación clínica diferente de hombres y mujeres del dolor precordial típico, que ha llevado a un habitual menor diagnóstico y peor tratamiento de los infartos en las mujeres, con la consecuencia grave de una mayor morbimortalidad (3,4).
De forma alternativa, también se presume que hombres y mujeres, por sus diferencias biológicas, puedan expresar diferentes perfiles de salud y así se diagnostiquen más problemas de salud mental en las mujeres y menos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (5). Este enfoque reduccionista se relaciona con esquemas de diagnóstico diferencial aprendidos y esperados, por tanto, de cada sexo, así como con nuestra propia socialización de género como profesionales de la salud.
La toma de decisiones en la atención sanitaria puede estar sesgada en función de la prevalencia de las enfermedades por sexo o si hay diferencias fisiopatológicas como la edad de inicio o la diferente sintomatología. (como hemos hablado previamente de la EPOC tradicionalmente asociado a hombres fumadores o los infartos que en mujeres se dan a mayor edad y con sintomatología “atípica”).
Estas presunciones erróneas se producen más a menudo en enfermedades cuyos diagnósticos son eminentemente clínicos, especialmente las relacionadas con el dolor. Pero también se producen, como hemos visto, en otras con signos clínicos objetivables con pruebas complementarias (5).
Estrategias para mejorar la atención a las mujeres
Incorporar una perspectiva de género en la AP requiere un enfoque multidisciplinar. A continuación, se presentan algunas estrategias para mejorar la atención a la salud de las mujeres:
1.Capacitación en Sensibilización de Género:
Capacitar a los profesionales de salud en la identificación y abordaje de los sesgos de género que pueden influir en su práctica.
Sería ideal que la formación en género estuviera incluida en los currículos universitarios, pero resulta especialmente necesario incluirlo en la docencia de las y los residentes para fomentar la perspectiva de género, así como en la formación continua de las y los profesionales en ejercicio.
2.Desarrollo de Protocolos Específicos:
Crear protocolos que tengan en cuenta las diferencias de género en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes en las diferentes herramientas y estrategias que se utilizan en Atención Primaria como los procesos asistenciales integrales. (PAI)
3.Investigación Inclusiva:
Promover la investigación que incluya datos desagregados por sexo y género y que permitan analizar el impacto del género en las diferentes etapas de los estudios. Igualmente, necesario es potenciar la investigación realizada por mujeres y sobre temas que conciernen a la salud de las mujeres.
La Atención Primaria tiene el potencial de ser un catalizador para mejorar la salud de las mujeres a través de la integración de una perspectiva de género de manera transversal. Reconocer y abordar las diferencias en la salud entre hombres y mujeres no solo es un imperativo ético, sino también una necesidad para garantizar que todas y todos los pacientes reciban una atención equitativa y efectiva. Al empoderar a las y los profesionales de salud con las herramientas y conocimientos necesarios, podemos trabajar hacia un sistema de salud más justo y accesible para todas las personas.
Bibliografía
1.Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria. [Internet.] 10 de abril de 2019. Disponible en: http://www.mscbs.gob.es/profe-sionales/proyectosActividades/docs/Marco_Estrategico_APS_25Abril_2019.pdf
2.Ruiz MªT, Verbrugge LM. A two way view of gender bias in medicine. J Epidemiol Community Health. 1997;51(2):106-9.
3.Ayanian John Z, Epstein Arnold M. Differences in the use of procedures between women and men hospitalised for coronary heart disease. N Engl J Med. 1991;325:221-5.
4.Clerc Liaudat C, Vaucher P, De Francesco T, Jaunin-Stalder N, Herzig L, Verdon F, Favrat B, Locatelli I, Clair C. Sex/gender bias in the management of chest pain in ambulatory care. Womens Health (Lond). 2018;14:1745506518805641.
5.Delgado A, Saletti-Cuesta L, López-Fernández LA, Gil-Garrido N, Luna Del Castillo JD. Gender inequalities in COPD decision-making in primary care. Respir Med. 2016;114:91-6. Epub 2016 Mar 25.
6.Ruiz Cantero M, Salvador Sánchez L. Retos de la Atención Primaria de Salud desde la perspectiva de género. Sesgos e innovaciones. AMF. 2020;16(5):250-257.
7.Valls Llobet, Carme. Mujeres invisibles para la medicina. 3ª ed. Barcelona: Editorial Swing; 2020.