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Prevención en salud

Ranea Díaz S

Secretaria General de FACUA Málaga y miembro de la Junta Directiva de FACUA Andalucía

El proceso de envejecimiento que está sufriendo la población española es una realidad inapelable, producto del incremento de la esperanza de vida al nacer, que permite un aumento del número de personas que alcanzan edades avanzadas.

Puesto lo anterior en relación con el descenso en la tasa de natalidad, donde España es el país con una de las tasas más bajas del mundo con un manifiesto descenso de nacimientos, el resultado es el indicado envejecimiento poblacional.

Acudiendo a los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística que se corresponden al año 2023, la Comunidad Autónoma de Andalucía tiene un índice de envejecimiento de 116,87 mayores de 65 años por cada 100 menores de 15 años, lo que supone un incremento de 35,86 puntos en 20 años, por cuanto el índice correspondiente a 2003 fue 80,01.

Esta mayor senectud de la población tiene un gran impacto sobre la sanidad. Las personas de avanzada edad tienen una mayor probabilidad de sufrir enfermedades o accidentes que desemboquen en situaciones de incapacidad y dependencia, toda vez que se incrementan las enfermedades crónicas en este grupo poblacional.

Simultáneamente, hay estudios que concluyen que existe una subida de diagnóstico de enfermedades tumorales en menores de 50 años en los registros de los últimos 30 años.

Este doble reto para el sistema público de salud debe abordarse desde políticas eficaces de prevención.

La medicina preventiva puede llegar a evitar la enfermedad o mejorar el pronóstico con su detección temprana, lo que tiene una incidencia directa en el ahorro de recursos del servicio sanitario.

Igualmente, la ejecución de programas preventivos de salud efectivos desde el sistema público es una herramienta básica para contribuir a la igualdad social. Proporcionar los medios necesarios para que de forma universal la población pueda a acceder a planes de prevención en salud reduciría las diferencias de esperanza de vida media en los grupos de población según su renta.

Para acometer políticas válidas de prevención es importante conocer la prevalencia de enfermedades en la población y las principales causas de fallecimiento.

En este sentido, el Servicio Andaluz de Salud publica datos de prevalencia de enfermedades crónicas y pirámide de edades de las personas atendidas. Asimismo, el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía publica el número de fallecimientos producidos en la comunidad trimestralmente, catalogándolo por sus causas.

Acudiendo a los últimos datos publicados correspondientes al primer trimestre de 2024, el mayor número de fallecimientos se deben a enfermedades del sistema circulatorio, seguido por las enfermedades tumorales. Sin embargo, en las personas de 15 a 64 años pasan a ser la principal causa de muerte.

Conociendo esta realidad social, nos cuestionamos si el Servicio Andaluz de Salud está desarrollando programas de prevención realmente útiles desde el punto de vista de los resultados en salud que se puedan obtener como de su extensión a la totalidad de la población objetivo.

En la página web del SAS (1), en el apartado de medicina preventiva, se indica la existencia de los siguientes programas:

  • Detección precoz del cáncer de mama.
  • Programa de cribado de cáncer colorrectal.
  • Programa de detección precoz de cáncer de cuello de útero.

Los referidos programas preventivos se centran en las enfermedades tumorales con mayor prevalencia. Existen pruebas diagnósticas poco invasivas cuyo resultado negativo permite descartar la presencia de enfermedad, y su detección en estadios iniciales, cuando no presentan sintomatología.

Según la descripción del programa la realización de pruebas diagnósticas va dirigida a la totalidad de la población diana marcada por tramos de edad.

Para la realización de este artículo se han tratado de localizar publicados los datos de seguimiento de estos programas de prevención. Por ejemplo, número de personas contactadas para su realización, asistencia a la realización de las pruebas, personas que sin haber sido previamente contactadas han solicitado su incorporación a estos programas, número de personas totales que se han realizado la pruebas, frecuencia de repetición de las mismas. Pero no se ha podido encontrar dicha información.

La utilidad de estos programas radica en su efectiva implantación, esto es, en que lleguen a la población diana, se consiga su adhesión a la realización de estas pruebas diagnósticas y la repetición con la cadencia establecida. Lo contrario desprovee del valor preventivo que tienen asignados estos programas.

Como decíamos más arriba, las principales causas de fallecimiento son las enfermedades cardiovasculares y tumorales. Existen evidencias científicas sobre la incidencia que los hábitos de vida tienen sobre dichas dolencias, es sabido que la falta de ejercicio físico, la mala alimentación y la obesidad son factores de riesgo en las referidas enfermedades. ¿Existen verdaderos planes de prevención para la implantación de hábitos de vida saludables?

No podemos considerar que la existencia en centros sanitarios de cartelería y folletos con información en este sentido sean eficaces medidas de prevención en salud para la conseguir la incorporación de hábitos de vida saludables.

Sin duda, la mejora en los hábitos de vida es una tarea transversal que no puede circunscribirse en exclusiva al ámbito sanitario y afecta a diversas áreas de gobierno, como educación, agricultura, comercio, transportes, de las diferentes administraciones territoriales (autonómica y local).

En conclusión, consideramos que los beneficios sociales y económicos que reporta la medicina preventiva merecen un mayor esfuerzo para una adecuada planificación y efectiva ejecución. Resulta imprescindible un exhaustivo seguimiento y evaluación de resultados, con la debida transparencia que permita el libre acceso a los mismos, y se articulen mecanismos de participación social a través de asociaciones de consumidores y usuarios y de pacientes.

 

(1) Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud y Consumo. Programas de prevención. Acceso: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/ciudadania/programas-de-prevencion